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Nosotros no los conocíamos

 

Viajeros de corazón

El viajar sin duda es de las mejores experiencias que alguien puede tener, pues además de romper con tus rutinas es acercarse a mundos y con ello a gente y costumbres desconocidas, de las cuales sin duda siempre aprenderemos algo. Tampoco tenemos que ir al otro lado del mundo para sentir esto, basta con salir un par de kilómetros de tu lugar de origen para toparte con cosas totalmente desconocidas. Muchos tenemos lugares a los que anhelamos ir algún día, pero se han preguntado ¿qué pasaría si una vez que lo hacen no es como lo habían soñado? pues el día de hoy hablaremos de ese sentimiento, así como de otros síndromes que algunos experimentan al viajar. Comenzamos.

 

 

 

Síndrome de París

París se ha consagrado como una de las ciudades más románticas del mundo, es difícil no sentirse como si estuvieras dentro de una película mientras paseas por sus calles, la ciudad de las luces, también le dicen. Pero sorpresivamente existe un raro fenómeno, el cual se descubrió en los años 80, esto después de que un psiquiatra japonés que trabajaba en París, se dio cuenta que los turistas de la ciudad nipona de decepcionaban cuando iban a la capital francesa, pues se daban cuenta que solo se trata de otra ciudad más, llena de ruido, contaminación y tráfico. Incluso llegaban a sentir mareos, sudoración y a tener delirio de persecución tras visitar esta ciudad. ¡Qué loco! ¿no?

 

 

 

Síndrome de Jerusalén

Más loco aún es el síndrome de Jerusalén, pues es bien sabido de numerosos casos de turistas que visitan a la llamada ciudad Santa y tras hacerlo comienzan a tener delirios de personalidad, en los cuales sienten que ellos son figuras bíblicas e incluso aseguran ser el verdadero Mesías. Sin duda esta ciudad ha quedado catapultada por todo su pasado religioso e histórico y muchos turistas se quedan con esta parte, omitiendo quizá su actual conflicto político. ¿Cómo lo ven amigos?

 

 

Síndrome de Stendhal

¿Alguna vez han visto alguna pieza de arte y han enloquecido al hacerlo? Seguro más de uno dirá que sí, pero a lo que aquí nos referimos es a un descontrol real, también conocido como el síndrome de Stendhal, el cual consiste en un raro desorden psicológico, el cual se dispara cuando alguien siente que hay demasiada belleza contenida en una sola pieza. Suena extremadamente loco ¿no? Algunos han experimentado esto visitando el Museo de Louvre, también en París.

 

 

Tipos de viajeros

Antes de acabar los dejamos con una pequeña clasificación, pues algunos expertos aseguran que los viajeros se pueden catalogar en tres tipos: Aquellos que solo van y se toman fotos en los lugares más icónicos, recorren los lugares más turísticos, es decir, los que son un poco más superficiales. Por otro lado, están los que se interesan más en conocer esos rincones no tan explorados por los turistas, los que les interesa conocer a las personas del lugar adonde van y se interesan por sus costumbres y ya de ésta surge una subcategoría, que son aquellos aventureros que van por la vida simplemente buscando nuevas experiencias y se animan a lo que sea. ¿Ustedes de qué tipo son?

 

 

Viajen como locos

Como se los decíamos al inicio lo importante es darse una escapada de vez en cuando y darse la oportunidad de conocer nuevas personas, lugares y tener nuevas experiencias, sino ¿qué historias les van a contar a sus hijos o nietos? Vida solo hay una y más vale disfrutarla, compartan la nota con todos sus amigos y nos leemos en la siguiente.