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Llegó la hora de medirse

Llegó la hora de medir

Sabemos que la sal es algo indispensable en nuestra dieta, ya que además de que el sodio es un elemento vital para nuestro organismo, sabemos es un potenciador del sabor de los alimentos. El problema es que esta sustancia, al igual que el azúcar, son sustancias que vienen muy escondida y en grandes cantidades en la mayoría de los alimentos procesados, y es ahí cuando se vuelve un peligro para la salud. Pero tranquilos, hoy les diremos cuánta sal necesitamos en realidad y si hay alguna diferencia entre los tipos de sales que existen.

 

 

 

Es vital

Como les decíamos al inicio la sal es vital para nosotros, pero ¿por qué?... esto se debe a que el sodio es un electrolito que funge como transmisor de impulsos nerviosos, permite que los fluidos de nuestro cuerpo estén en equilibrio y ayuda a que los músculos se relajen y se contraigan. Por poner un ejemplo claro, cuando alguien se ejercita mucho es necesario recuperar los electrolitos y sales que se pierden a través del sudor, pues de no hacerlo sientes calambres, te deshidratas o incluso es más fácil sufrir alguna lesión muscular.

 

 

 

Nada en exceso

Toda la vida nos han dicho que nada en exceso y todo con medida, y ciertamente si se trata de la sal más vale seguir esa recomendación, pues cuando la consumimos en grandes cantidades aumenta el volumen de la sangre, el corazón trabaja más de la cuenta y eso provoca riesgo de sufrir hipertensión y ataques al corazón. Obviamente nadie quiere eso ¿verdad? Pues bien, sin más les decimos cuánta sal hay que consumir.

 

 

 

Una cucharadita

De acuerdo al Centro de Control de Enfermedades americano, una persona sana puede consumir hasta dos mil 300 mg de sodio al día, o sea una cucharadita de sal. Las personas hipertensas o con riesgo de serlo, deben consumir un máximo de mil 500 mg de sodio. Pero entonces… ¿todos los tipos de sal son malos? o ¿cuál es la diferencia entre ellos?

 

 

 

La más conocida

La sal de mesa es la más común, la que todos conocemos. Ésta procede de minas (de un mineral llamado halita) y se consume ya en su versión refinada. El principal beneficio de la sal de mesa es lo que les comentábamos en un inicio; ayuda en las funciones de transmisión de impulso nervioso a través de los nervios y le ayuda a nuestros músculos a relajarse.

 

 

 

Regalo del mar

La sal marina ha cobrado mucha popularidad desde hace unos años, pues se tiene la creencia de que es más saludable que la de mesa. Hay algo de cierto en eso, pues debido a su procedencia, además de cloruro sódico, también contiene trazas de calcio, potasio o hierro. Lo que la hace más nutritiva, PERO tampoco los tiene en grandes cantidades así que solo es un poquito más saludable que la otra.

 

 

 

Desde el Himalaya

Otra que es sumamente apreciada y en realidad es más cara es la sal del Himalaya. Ésta proviene de las montañas del Pakistán. Se considera una de las más puras, pues contiene 84 compuestos saludables para el cuerpo. Sin embargo, sea cual sea el tipo de sal que consuman lo importante, y aunque ya se los dijimos, es NO EXCEDERSE. Claro que, si tienen la oportunidad de consumir sales más puras como la del Himalaya pues qué mejor, pero si no tampoco pasa mucho. No olviden compartir la nota con sus amigos para que se cuiden. Nos leemos en la siguiente.