El cine raramente refleja la realidad científica y en buena parte es el responsable de que muchas personas tengan una imagen fantasiosa del cosmos. Pero la realidad puede ser diferente e incluso aburrida en comparación con las escenas de Hollywood. ¿Quieres saber cuáles son? Sigue leyendo.

 Si un astronauta se quita el casco explotará. Las películas nos han hecho creer que en el instante en que una persona queda expuesta al espacio exterior sin un traje de protección explotará. Sin duda, la exposición al espacio causaría la muerte a un humano, pero no de manera instantánea y, desde luego, no de esa forma tan grotesca. Una persona puede sobrevivir en esas condiciones un corto lapso de tiempo y la muerte le llegaría por falta de oxígeno.

La Tierra y Venus son idénticas. A menudo se dice que Venus es semejante a nuestro planeta, lo cual no es cierto. En ese planeta la atmosfera es tan densa que apenas veríamos más allá de nuestras narices si viviésemos allí, aparte de que las temperaturas venusianas superan los 400 grados centígrados.

El Sol es una bola envuelta en llamas. Cuando pensamos en el Sol, tenemos la idea de que es una enorme bola de fuego. Sin embargo, nuestra estrella es una bola de gas que emite luz y energía a través de la fusión nuclear. Alrededor de nuestro astro no hay fuego como el que veríamos en una fogata.

 El Sol es amarillo. Al dibujar un sol automáticamente elegiremos el marcador amarillo para colorearlo. Lo que parece obvio, pues si echamos un vistazo al astro rey veremos que es amarillo. Sin embargo, este no es su color natural. Lo vemos así porque lo observamos a través del filtro de la atmósfera terrestre, que absorbe parte de las longitudes onda de los rayos del Sol. Pero si lo viéramos en el vacío relativo del espacio sin ningún filtro, observaríamos que su color auténtico es el blanco.