¿Serías capaz?

¿Bueno o malo?

Hay quienes dicen que permanecer muchas horas sin dormir puede ser aún peor que no beber agua durante días, sin embargo, hubo un valiente joven que se atrevió a enfrentar el reto y experimentar lo que sucedía si no dormía durante 11 y 25 minutos. Sin duda el resultado fue impactante. Si quieres saber cómo terminó y además, cómo consiguió mantenerse despierto durante días, continúa leyendo y descúbrelo.

 

El propósito

En enero de 1964, Randy Gardner y Bruce McAllister decidieron saber qué pasaba si dejaban de dormir durante días con los únicos propósitos de 1.- obtener su ingreso en el libro de los récord guinness y 2.- como un proyecto para la escuela a la que asistían. Pero no serían los dos quienes se embarcarían en tal aventura, por lo que decidieron echar un volado a la suerte y fue Randy, quien en ese momento tenía 17 años, quien se sometió a la prueba.

Lo logró

Pocos creían que estos muchachos serían capaces de obtener el éxito, sin embargo la sorpresa fue enorme cuando se dieron cuenta que efectivamente, el chico logró superar la meta que hasta ese momento había fijado un DJ de Honolulu, quien había pasado 260 horas sin dormir, justo por debajo de los 11 días. Por su parte, los jóvenes habían superado la marca con 11 días y 25 minutos, algo que nadie esperaba.

 

La incognita

A pesar de ser valientes, los jóvenes tenían miedo porque no sabían si dejar de dormir durante horas podía causarles la muerte, pues en experimentos con animales, particularmente con gatos, habían descubierto que después de los 15 días sin dormir, éstos morían. La diferencia era que a los animales los habían mantenido despiertos con químicos, mientras que los estudiantes lo hacían de forma natural a través de diversas actividades.

¿Qué pasó después?

Una vez que lograron el récord, Randy durmió 14 horas seguidas; en realidad muy poco en comparación con el tiempo que estuvo despierto. La razón que lo despertó fue la necesidad de ir al baño, pero eso sí, con el paso de los días sus patrones de sueño volvieron a la normalidad. Sin embargo, años después el chico explicó que comenzó a tener noches de insomnio, aunque bueno, al menos no murió, pues eso era lo que más les importaba.